Aceptar el sufrimiento como parte natural del ser humano
aceptar el sufrimiento como parte natural del ser humano
Sería un error sentirnos obligados a estar bien como única condición para poder vivir, ya que, inevitablemente, sentirse mal psicológicamente también forma parte de la vida

Habrás oído alguna vez eso de ‘evita el sufrimiento para poder vivir feliz’. ¡Error! Tal y como escribió William James, ‘La aceptación de lo que ha sucedido es el primer paso para superar las consecuencias de cualquier desgracia’. Y tal vez debamos de empezar por ahí en vez de huir del sufrimiento.
Resulta complicado aceptar que el dolor y la incomodidad sean fenómenos naturales que surgen por el mero hecho de ser humanos. Sin embargo, la no aceptación de este hecho, unido al afán de la humanidad por la búsqueda constante de la felicidad evitando el sufrimiento, derivan en un mayor sufrimiento.
Hoy en día buscamos ayuda profesional por problemas cotidianos como problemas académicos, interpersonales, laborales, comunicacionales, etc., pero no nos damos cuenta de que a eso se le llama “vivir”. Los consideramos “problemas” porque nuestro objetivo como ser humano es evitar siempre el sufrimiento y que todo sea comodidad. A pesar de que vivimos en un mundo supuestamente más cómodo, seguro y menos doloroso que nuestros antepasados, nos encontramos con una población mucho más infeliz, angustiada e insatisfecha, debido al incumplimiento del inalcanzable objetivo deseado: siempre bienestar y nunca sufrimiento. Decía Russell que los animales son felices en tanto cubren sus necesidades básicas; los humanos, sin embargo, pueden no ser felices aun cuando las tengan cubiertas.
Cuando llegar a ser feliz tendría que ser algo relativamente fácil en un mundo lleno de comodidades y oportunidades, ocurre que cada vez es más difícil ser feliz y más fácil ser infeliz
Cuando llegar a ser feliz tendría que ser algo relativamente fácil en un mundo lleno de comodidades y oportunidades, ocurre que cada vez es más difícil ser feliz y más fácil ser infeliz (Hayes et al., 1995, 1999). Hemos diseñado un mundo que está repleto de ideas y soluciones para casi todo, todos creemos saber de todo y opinamos sobre ello. Frases y “recetas” típicas y de moda de las redes sociales e internet (“cómo ser feliz”, “cómo evitar el sufrimiento”, “cómo tener salud mental”, “cómo mejorar tu personalidad”, “sonríe y se feliz”, “sonríe siempre”, “no sufras por…”, “no llores por…”, “tu puedes con todo”…) lejos de servir de ayuda a las personas, producen el efecto contrario, aumentando su angustia, frustración, inseguridad y sufrimiento por no sentirse en perfectas condiciones tal y como indican dichas frases.
Asociamos vivir una vida feliz a tener ausencia total de sufrimiento, esfuerzo y complicaciones y a disfrutar de todo al máximo. Por ello, cuando experimentamos dolor, incomodidad o sufrimiento, le damos un valor negativo en sí mismo y hacemos que ello suponga una limitación para poder desempeñar nuestro papel en la vida diaria.
Sería un error sentirnos obligados a estar bien como única condición para poder vivir, ya que, inevitablemente, sentirse mal psicológicamente también forma parte de la vida. Elegir como única meta en la vida el bienestar sin sufrimiento, solamente podría traer la destrucción de la persona.
Quizás si empezamos a aceptar que en la vida, además de experimentar pensamientos y sentimientos felices también vamos a experimentar tropiezos, caídas, desencantos, preocupaciones, dudas, pensamientos y/o sentimientos contrapuestos, vacío, confusión o tristeza, podríamos conseguir el objetivo de bienestar.

Bella Martín
Psicoterapeuta
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