En los días más oscuros, cuando perdemos el apetito y solo el hecho de ponerse en pie es un auténtico sacrificio, aparecen esas personas que, sin pensarlo, se plantan en la puerta de tu casa para comprobar que estás bien, se tumban a llorar contigo y te dan su apoyo incondicional.
El Benidorm Fest ha conseguido lo que quería: no ser olvidado. La crítica a la ‘no favorita’ por la audiencia debería hacernos reflexionar lo derrotistas que somos con nuestros propios artistas
El relevo de las abuelas sigue desplegando las mesas de comedor y ponen todo tipo de manjares, siguiendo una tradición que mantiene la familia unida
Cada vez estamos más solos ante una apariencia de conexión con cada vez más gente. Salgamos de las pantallas, quedemos a tomar ese café y empecemos a comportarnos como humanos.
Deberíamos romper con el tabú de la muerte, entender que es tan certera como la vida, que mientras no nos alcanza podemos disfrutar de un presente consciente
Los mejores caldos se hacen a fuego lento. Sin embargo, no deja de sorprenderme cada vez que veo en uno de esos bricks que las verduras han estado más de tres horas cociéndose. Porque yo soy más de prisas, de echarlo todo en la olla y darle al fuego a máxima potencia para que se ablanden pronto y tenga el jugo que esperaba.
A veces nos puede más el ego que el acuerdo; alejarnos con la cabeza demasiado alta en vez de agacharla un poco para llegar al entendimiento. Porque si algo he aprendido es que ante el orgullo, todos pierden.
Cuando entendamos que no tenemos el control de nada de lo que sucede, seremos más flexibles y podremos huir de la frustración para buscar nuevas alternativas
Vivimos en un ‘boom’ de la espiritualidad que no siempre respeta el propio concepto en sí y lo desvirtúa por un beneficio económico. Aprende aquí cómo distinguirlo.
En un mundo hiperconectado, activar el ‘off’ tecnológico nos ayuda a mirarnos dentro, afrontar nuestras grietas y sanar todo aquello que aún nos duele