El origen del miedo al embarazo y al parto
el origen del miedo al embarazo y al parto
Mucho se habla del deseo de la mujer a ser madre; esas imágenes de la maternidad rosa donde una mujer acaricia su barriga como si fuera un regalo inalcanzable o algo a lo que aspirar. En cambio, el tema del parto es algo que se mantiene oculto.
Apenas se nombra el parto y poca referencia hay clara a ese momento. Incluso en películas o series nuevamente lo muestran edulcorado y maquillado dando una imagen poco real de lo que viene a ser parir. Pero, ¿qué pasa cuando hay miedo a quedarse embarazada o al parto?
Pocas mujeres se sienten libres de contar que les asusta la idea del “proceso”: no es tanto el deseo de tener hijos o la crianza lo que les preocupa, sino el recorrido hasta convertirse en madres. Y claro, en una sociedad donde la maternidad es un tema repleto de tabúes, no es algo fácil de abordar y son muchas las mujeres que dicen que no quieren tener hijos o no dicen nada y soportan las preguntas e insistencias del entorno para no tener que explicar algo que nadie quiere escuchar y mucho menos entender y respetar.
Posibles orígenes de estos miedos
Cuando hablamos de cómo serán los hijos, se entiende que hay influencias en los genes que aporta la madre y los que aporta el padre, hasta se menciona a los abuelos como algo natural con frases como “los ojos claros en mi familia siempre se saltan una generación, así que tendré nietos de ojos azules”. La idea de que las características físicas pasan de padres a hijos e incluso de abuelos a nietos es poco discutible y se reafirma en la comparativa de fotos “mira, es igualito a su abuelo con esa edad”; “parece una copia de tu tía”, etc.
Lo que no se suele ver tan normal o suele “molestar” es cuando se habla del carácter o la personalidad, porque parece que la personalidad o el carácter no se “hereda o transmite” del mismo modo. Se separa tanto la mente del cuerpo que lo físico es lógico que se transmita y la forma de ser o de pensar… ya si eso en otro siglo que suena un poco a ciencia ficción.
Genes y memes
Los genes son lo que contienen esa información sobre la apariencia física, propensión a enfermedades, etc. Pues bien, los memes, según Lair Ribeiro, van a transmitir las características psicoculturales (ideas o creencias). Para simplificarlo un poco, las ideas, creencias o características psíquicas culturales de tus bisabuelos, abuelos y padres han dejado una marca molecular adherida a ese ADN (genes).
Es por eso por lo que es muy importante conocer la historia y el entorno en el que crecieron; especialmente los de tu madre y tu abuela. Los memes, al igual que los genes pueden estar “desactivados” en tu vida y no “activarse” o mostrarse hasta que no surge un detonante. Esto se ve muy claro en los casos de enfermedades donde si controlamos el entorno podemos reducir o incluso evitar la aparición o manifestación de esa enfermedad que tenemos localizada en algún gen.
Origen en el tiempo de esos miedos al embarazo y al parto
Muchas personas creen que uno empieza su vida a partir del momento en el que nace; es decir que el día que se nace es el día 1. En realidad desde el momento que empiezas a formarte por la unión del óvulo y el espermatozoide pasan 280 días o unas 40 semanas donde se van activando cientos de genes y de memes, por lo que no nacerás de 0. Pero es que además teniendo en cuenta que los memes, van pegándose al ADN existente podríamos decir que hay ciertas ideas y creencias que van mucho más allá de tu gestación. Los óvulos de crean durante la semana 9 de gestación. Eso quiere decir que un 50% de ti ya existía e iba “aprendiendo” durante la gestación de tu madre, su parto, su infancia, etc.
Que tu abuela viviera una guerra, un mal parto, la muerte de una tía por un aborto o escuchar cómo abandonaron y sufrió una amiga tras quedarse embarazada puede hacer que, sin saberlo, su nieta tenga “miedo” a un embarazo, al parto y no sea capaz de “entender” el origen de este miedo
No toda información es guardada, los estudios epigenéticos muestran que son las experiencias traumáticas las que son “registradas” junto al ADN en forma de memes. Así pues ese material psíquico se transmite en “bruto”, sin procesar a lo largo de tres generaciones. Por ello, que tu abuela viviera una guerra, un mal parto, la muerte de una tía por un aborto o escuchar cómo abandonaron y sufrió una amiga tras quedarse embarazada puede hacer que, sin saberlo, su nieta tenga “miedo” a un embarazo, al parto y no sea capaz de “entender” el origen de este miedo.
Sobre todo, cuando al preguntar en su familia, todo el mundo por “animarla” le dice que los partos han sido muy buenos y que eso es un momento de nada, cuando en su interior sus células a nivel del átomo saben, que un embarazo o parto es peligroso porque la abuela casi se muere. Por eso nos encontramos a veces con mucho dolor por esconder información o guardar como un secreto algo que sin duda ayudaría a superar y sanar ese dolor para las siguientes generaciones.
¡Comparte este artículo!
Me parece un punto de vista que jamás me hubiera planteado. Gracias por abrirnos caminos.