Emociones y autoconocimiento, Las emociones hablan

¿La baja autoestima desarrolla dependencia emocional?

¿La baja autoestima desarrolla dependencia emocional?

Afecta por igual tanto a hombres como a mujeres y hace que aparezcan un gran vacío y emociones negativas ante la ausencia de amor o afecto

En ocasiones, podemos vernos envueltos en una relación cuyo ingrediente esencial sea la dependencia emocional o codependencia. El problema que surge es una especie de “necesidad o enganche” hacia el otro miembro que forma la pareja. Esto da lugar a que aparezca una necesidad enorme de afecto, y que este sea continuo. Si en algún momento la persona siente la ausencia de este afecto, comenzará a sentir un vacío cargado de emociones negativas que llevarán a la angustia, sentimientos de soledad, desesperación o incluso a la sensación de abandono.

Así mismo, es importante señalar que una característica de la dependencia emocional es que afecta tanto a las mujeres como a los hombres: no hay diferencias de género, ambos podemos caer en sus garras. Pero, ¿Cómo se crea? ¿Todos estamos igualmente expuestos a ella? La dependencia emocional se crea a partir de una necesidad: la necesidad de amor y afecto. Es decir, la persona dependiente presenta un miedo enorme a la soledad y ve imposible su vida sin alguien a su lado.

Por lo tanto, ¿Qué función cumple tener una baja autoestima con el desarrollo de la dependencia emocional? ¿Cómo afectará en nosotros?

Lo cierto es que la presencia de una baja autoestima está estrechamente unida al desarrollo de la dependencia emocional. Las personas que presentan una baja autoestima se caracterizan por ser indecisas, presentan cierta dificultad en la toma de decisiones, la posibilidad de cometer errores les provoca miedo y angustia dando lugar a que sientan desbordados. Ellos mismos no se gustan por lo que ven la perfección en los demás. La presencia de ansiedad les lleva a evitar situaciones de riesgo.

Una persona que presente estas características de comportamiento necesitará ese afecto y amor incondicional buscado en los demás para poder sentirse mejor consigo misma, en este caso en su pareja, aún cuando esa relación sea tóxica. Es a partir de ahí cuando a la persona dependiente le resultará extremadamente complicado salir y/o romper esa relación, que ya no es sana. Aunque intentemos abandonar la relación, si nos encontramos en esta situación, la tendencia del resultado siempre será volver una y otra vez.

La persona dependiente, al presentar una baja autoestima, no es capaz por ella misma de autovalorarse positivamente, tener autoconfianza y quererse. En eso consiste la baja autoestima y por esa razón, necesitamos que los demás (en este caso nuestra pareja) nos valore y nos de cariño, aun siendo conscientes de que en muchas ocasiones no lo estemos recibiendo. Cada vuelta o cada regreso que realicemos hacia nuestra relación de pareja empeorará el malestar y el resultado será que nuestro bienestar y autoestima seguirán en continuo descenso.

Cómo salir del bucle

¿Qué podemos hacer para salir de este bucle que parece no tener fin? Mejorar y fortalecer nuestra autoestima para poder combatir la dependencia emocional.

  • El primer paso es aprender a querernos a nosotros mismos, pues es esencial y primordial, para que luego los demás nos quieran también.
  • Aceptarnos tal y como somos. Pregúntate ¿Qué hay de malo en ser quién soy? Si nos percibimos positivamente y empezamos a ver todo lo positivo que tenemos como persona podremos empezar a vernos y a sentirnos bien con nosotros mismos.
  • Conócete y toma decisiones. El autoconocimiento en esencial para saber nuestros gustos, preferencias, que queremos y que no queremos a nuestro lado. Y si tienes que tomar decisiones no tengas miedo de tomarlas. Si te tienes a ti ¿qué más necesitas?
  • Practica el amor propio y las autovaloraciones positivas. Si aprendemos a valorarnos positivamente y a querernos primero a nosotros mismos, dejaremos de caer en las relaciones cuyo ingrediente esencial sea la dependencia emocional.
  • Acuérdate siempre de esto: “Primero tú, después tú y finalmente también tú”. Date prioridad siempre a ti, a tu persona. Si tu estas bien y cómoda/o contigo mismo/a, no necesitas depender de nadie más.
  • Y por último y no menos importante, no te castigues. Valorar y realizar autocrítica de nuestros errores es bueno. Pero cuando caemos en la rumiación constante y nos castigamos nuestra autoestima peligra y eso es lo que debemos de evitar.

Alba Gundín

Psicóloga general sanitaria

¡Comparte este artículo!