Energía, Universo

La práctica de la autoridad interna

la práctica de la autoridad interna

A través de una sencilla práctica podemos tomar consciencia de nuestro estado vibracional y del gasto de energía que hacemos a través de los impulsos de nuestro personaje de vida

Trabajar la autoridad interna es fundamental para conservar nuestra energía y su frecuencia vibracional. Ya nos decía el gran Nicola Tesla que todo el universo y sus habitantes son energía en una determinada frecuencia vibracional. Hoy me gustaría proponer un sistema para iniciar el camino hacia la propia autoridad y autonomía emocional.

Recuerdo cuando mi maestro lama me paró poniendo una mano delante de mi sin que hubiera hecho movimiento alguno, lo mire sorprendida porque estaba a punto de salir corriendo al descanso del dharma y necesitaba tiempo para mis cosas. Tubten, su traductor -un moje sherpa- escuchó atento sus palabras, me miro y me dijo: “Su Santidad dice que puedes hacer lo que necesites pero que nunca te vayas detrás del impulso. Ejecuta la acción desde la voluntad firme, no desde la pulsión momentánea.” Ante tal propuesta y conocedora de mi poderoso carácter, le dije que eso era fácil en el retiro de la vida ordinaria, pero que yo era una joven madre de 30 años, con 3 hijos pequeños, con negocio propio, ama de casa, recién separada y que inevitablemente reaccionaba a través del impulso muchísimas veces al día. Él se rio y me dijo: “si no puedes gobernar tu propio impulso interno, ¿cómo lo harás con lo que te va a llegar de lo externo?”

En el Camino de Vivir en Consciencia Holística todo cuenta: el pensamiento, el impulso, la emoción y la acción. Todo está generando en nosotros cambios de frecuencias vibracionales que nuestro cuerpo traduce en hormonas como el cortisol, la adrenalina, la dopamina, la noradrenalina etc… Para comenzar esta práctica hemos de iniciarnos en el arte del Acecho. Como dice Carlos Castaneda en su libro La Rueda del Tiempo, el acecho supone un control sistemático de la conducta a fin de ser totalmente conscientes de lo que hacemos y de lo que nos pasa

Para poder acometer esta acción lo primero que tenemos que hacer es darnos cuenta de que mi cerebro actúa automáticamente por dos factores:

Hábitos operativosAquellas acciones que realizamos a diario, como cuando volvemos a casa desde el trabajo, ya sea a pie o en vehículo. La mayor parte del trayecto nuestro cerebro ha tomado el control y vamos en piloto automático, puesto que esa acción está totalmente integrada en los patrones de acción.
Hábitos emocionalesImpulsos propios o del mundo relacional que están totalmente programados en la forma de actuar de mi ego.

Una vez que esto lo veo claro, establezco una disociación entre quien soy a nivel holístico y el personaje que interpretó en la obra de mi vida. A partir de ese momento de claridad, lo primero que hago es pasar al arte taoísta del Wu wei, el ‘no hacer’, solo observar y ver la cantidad de tiempo que el personaje tiene secuestrado al verdadero actor. Y desde ahí es desde donde puedo empezar a imitarlo.

Tomar consciencia de esto nos va a llevar a observar cuál es mi estado vibracional interno y cuánta energía gasta mi sistema en mantener los «arriba y abajo» del personaje.

La técnica no puede ser más sencilla: disociar entre el personaje y el ser holístico, observar dónde saltan mis impulsos y cuando lo tenga claro, inhalar contando 3 y desde ahí mentalmente decir “quiero hacerlo y voy a hacerlo”. Esta sencilla práctica nos dará grandes beneficios para ir ganado terreno al personaje y empezar a ejercer nuestra autoridad emocional interior y, al no malgastar nuestra energía, ganaremos en vitalidad, nos sentiremos saludables, se elevará nuestro sistema inmune y nuestra longevidad.

Silvia Arenas

Comunicadora y asesora holística

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