La soberbia del tiempo
la soberbia del tiempo
Un concepto que te invita a tomar consciencia de su fugacidad, de su incapacidad de volver, para que lo inviertas en todo aquello que dejas para después sin darte cuenta de que puede ser demasiado tarde

Entendemos la soberbia como ese sentimiento de superioridad frente a los demás que se traduce en un trato distante y despreciativo hacia ellos. Seguro que al leer este adjetivo a todos nos viene a la mente alguna persona que lo encarna y que nos produce cierto rechazo. Pero, ¿qué sucede cuando esta soberbia se la aplicamos a la valoración que tenemos del tiempo?
Podemos pensar que el mayor valor está en lo material, capitaneado por el dinero. Sin embargo, sabemos que este va y viene, y lo más importante es que aunque se pierda, siempre se puede recuperar. Y eso es lo que hace que nos demos cuenta de realmente lo más valioso que tenemos en nuestra vida, que es eso que nunca vuelve: el tiempo.
El tiempo sabe que siempre va a seguir su camino, independientemente de lo que hagas con él. Juega con ventaja, tal vez hasta con superioridad, pero un gran adjetivo para el tiempo es su subjetividad: depende de cómo te encuentres y lo que sientas que tu apreciación es de que va más rápido o más lento. De hecho, con el paso de los años parece acelerarse solo por el hecho de que nuestras conductas automatizadas son cada vez mayores y eso hace que parte de nuestro día se realice casi sin darnos cuenta.
El tiempo es también un factor que requiere de una gestión inteligente y ordenada. Son muchas las personas que pasan los días diciendo que no tienen tiempo, cuando otras personas de su alrededor son capaces de hacer la misma carga de responsabilidad en menos tiempo y disfrutar de más minutos al día libres para sí mismos.
Son muchas las personas que pasan los días diciendo que no tienen tiempo, cuando otras personas de su alrededor son capaces de hacer la misma carga de responsabilidad en menos tiempo y disfrutar de más minutos al día libres para sí mismos.
Tenemos que tener claro en qué queremos invertir nuestro tiempo y no permitir que este pase entre el estrés de lo cotidiano y perdiendo momentos preciosos cerca de nuestros seres queridos, nuestras parejas, o simplemente dedicándolo a cuidarnos e invertir en nosotros. Nos dicen incluso que para ser exitosos y cumplir nuestras metas tenemos que invertir todo nuestro esfuerzo y tiempo para conseguirlas. Pero, ¿qué dejamos en el camino? ¿es esto realmente así?
Y aquí es donde en un momento de búsqueda de calma ante el ajetreo me vino a la cabeza ‘la soberbia del tiempo’. Con este concepto lo que quiero es transmitir el poco valor que le damos a lo más importante y preciado de nuestras vidas. Creemos que siempre tendremos tiempo de hacer otras cosas, mientras ahora lo invertimos en lo que consideramos más importante. Dedicamos horas al trabajo, a dormir, a comer… pero dejamos para más tarde abrazos que queremos dar, te quieros que queremos pronunciar pero no nos atrevemos. ¿Y si no pudiéramos hacerlo nunca? La pandemia ya nos ha demostrado que todo puede darse la vuelta y que aquel valioso tiempo que podríamos haber compartido con nuestros seres queridos ya no lo podemos compartir en libertad.
El éxito, sin renuncias
El éxito real de las personas es poder combinar todo aquello que te hace feliz cada día, sin renunciar. Al final somos seres sociales y emocionales y compartir con otros nos ayuda a sentirnos en plenitud, aunque podamos desarrollar nuestra vida solos y sin apegos. De nada sirve dedicar horas y horas al trabajo aunque te apasione si no puedes compartir tiempo con tu pareja ni dedicaros días para conectar y consolidar la relación. De hecho, no dedicarle tiempo merma la pareja y puede acabar con ella. Y de nada sirve llorar cuando pierdes a un ser querido si no le has dedicado tiempo en vida y nunca le has dicho todo lo que le quieres.
La soberbia del tiempo ayuda a reflexionar en el hecho de que creemos que las personas siempre estarán para dedicarles nuestro cariño, y no somos conscientes que el cambio y la muerte son lo único seguro en esta vida, y que la segunda puede aparecer en cualquier momento y pararnos en seco. Lejos de entrar en negatividad, quiero que tomes esto como un impulso para reflexionar, ¿en qué inviertes tu tiempo? ¿Te sientes en paz con las personas con las que tratas?
¿Qué pasaría si esa persona a la que no has dedicado un beso o un abrazo por un enfado tonto mañana no estuviera? ¿realmente te sientes en paz en cómo has tratado a esa persona que te demuestra cada día que te quiere y que has decidido hablar mal o no mostrarle afecto por un mal día o una emoción enquistada que no te lo permite?
¡Deja de perder el tiempo! No sabes cuánto te queda.
No te permitas quedarte con una culpa interna el resto de tu vida por no haber expresado aquello que sentías o haber dicho aquello que llevabas por dentro.
Todo es posible con una buena organización y con las ganas de dejar de ser esclavo de un tiempo que se te escapa para ser dueño de cada segundo de tu reloj.
Invierte tu tiempo en aquello que te hace feliz. Sé exitoso haciendo que el tiempo sea tu aliado y te permita hacer todo aquello que quieres: disfrutar de tu familia, no perder el contacto con tus amigos, dedicarle tiempo de desconexión a tu pareja, meditar, conectar con la naturaleza, hacer deporte y por supuesto trabajar y hacer las tareas de casa. Todo es posible con una buena organización y con las ganas de dejar de ser esclavo de un tiempo que se te escapa para ser dueño de cada segundo de tu reloj.
¡Comparte este artículo!