«Las personas felices son las que viven como realmente quieren»
"Las personas felices son las que viven como realmente quieren"
Aurelio López Gómez, consultor en transgeneracional y crecimiento personal, nos habla de la tristeza, la felicidad y todas las emociones heredadas subconscientes
La tristeza ha sido para Aurelio López una emoción ‘de fábrica’, de esas que te abrazan ‘desde siempre’ sin saber muy bien de dónde han salido. Siempre tuvo una sensación profunda de tristeza, hasta el punto de que no entendía por qué eran felices las personas felices; creía que eso no era posible. Sin embargo, fue capaz de transformar su emoción más intrínseca en una palanca de cambio, lidiar con ella a través de todo tipo de profesionales, disciplinas, herramientas y terapias y encontrar el motivo que le hacía sentirse así gracias al transgeneracional. Esta fue la clave para descubrir que la tristeza se puede heredar cuando queda bloqueada en un miembro de la familia que no lo expresó cuando hubo dramas o muertes familiares.
“El indicador es sentir algo ‘desde siempre’, porque es una herencia transgeneracional, y es lo que muchas personas a nivel espiritual le han llamado karma”, afirma Aurelio. Y llegó a este encuentro por su inquietud por comprender los mecanismos internos humanos y a través de eso poder ayudar a los demás como una visagra en sus transiciones personales. “Eso es lo que me ha impulsado a convertirme en lo que actualmente soy en el mundo”, añade. Y llevar a cabo esta misión que entiende como propósito de vida y personal le ha convertido en una persona mucho más tranquila, comprensiva y plena, “más cerca de la realización”.
Define este proceso interno que ha vivido como “profundo y complicado”, Dedicó tres años de su vida a formarse, a mirarse dentro, a probar herramientas en él para poder ayudar con ellas a muchas personas. “Pero esto no acaba aquí, porque realmente es un proceso de autoterapia y de autoconocimiento. Todavía sigo acudiendo a profesionales que me ayuden a comprenderme mejor y a escuelas de formación de despertar espiritual, de desarrollo personal que me siguen ayudando a expandir mucho más allá mi conciencia para poder llegar de una forma más efectiva a las personas”, confiesa, a la vez que destaca la importancia de los terapeutas para que las personas puedan ver las sombras que no son capaces de detectar en sí mismos.
Vivir de la forma que amas
La mayoría de las personas venimos de historias familiares donde ha habido ciertos conflictos, dramas, muertes, desavenencias, sufrimiento entre parejas, etcétera, que ya generan una serie de herencias y programación que vamos a recibir porque se crean de serie programas heredados subconscientes. Y estos siguen así, condicionando nuestra vida y bloqueándonos en ciertos aspectos hasta que lo hacemos conscientes. “Al sentirme profundamente triste, cuando veía personas felices durante casi toda mi vida pensé que fingían. Pensaba que no podían ser felices, porque yo no sabía lo que era ser feliz o yo no sentía la felicidad desde mi interior”, recuerda. Pero tuvo un punto de inflexión y decidió investigar a estas personas y hablar con ellas, hasta darse cuenta “que las persona felices son las que viven como realmente quieren, sin hacer daño a nadie”. Para él la clave está llevar a cabo en el mundo aquello que nos hace sentir bien, muchas de esas cosas que a veces se derivan a hobbies, a nuestro tiempo de ocio, a pesar de forma parte de nuestro talento y de nuestro propósito de vida. “Eso es lo que nos hace ser felices, conectar con esa esencia nuestra interior que nos está diciendo para qué hemos venido al mundo”, matiza. Pero una cosa es descubrir lo que amas, y otra llevarlo a la práctica, porque ahí puede estar la clave de la insatisfacción. La meta es “no tener la sensación de que se está trabajando, a pesar de estar haciéndolo».
Lo que está pasando es bueno para abrir los ojos en la dirección correcta»
Aurelio López, ya consultor en transgeneracional y crecimiento personal, considera que se ha convertido en algo que siempre ha sido, una persona con ganas de ayudar a los demás. Sabe que no hay fórmulas mágicas para el cambio, que la transformación depende en la mayor medida de las motivación de la persona, pero que vivimos un momento en el que cada vez más gente despierta o toma consciencia. “Esto está facilitando que la sociedad pase de una mayor individualidad a una mayor sensación de cooperación y mayor comunidad en el futuro. Cuanto más se van conociendo los mecanismos del ser humano, más fácil es que nos ayudemos los unos a los otros sin proponérnoslo”, señala.
Respecto a la pandemia, considera que la situación va a dar lugar a una sociedad más consciente, equilibrada, humilde y empática. “Lo que está pasando ahora es bueno para que podamos abrir los ojos en la dirección correcta, para equilibrarnos y evolucionar”, concluye.
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