Los dones escondidos en las heridas emocionales
los dones escondidos en las heridas emocionales
Algunos de nuestros dones, talentos o recursos nacen en la dualidad de experiencia vital vivida. Estamos en un mundo de opuestos, donde para aprender muchas veces necesitamos el contrario, el extremo o el opuesto.

Para entender el día, está la noche, para comprender el calor sentimos el frío y podría seguir con innumerables ejemplos. Siguiendo con esa línea de pensamiento, quiero hablar del origen de esos dones, como experiencia de aprendizaje vivida. Aunque algunos dones sean aprendidos sin haber llegado a nacer, contrastando así con muchas teorías sobre el aprendizaje. Nos centraremos en las 5 heridas emocionales que todos podemos experimentar en mayor o menor medida y el don o recurso que supone vivir esa experiencia.
Desde el minuto 0 de gestación hasta los 5 años, el ser humano para por una serie de desafíos propios de su desarrollo que pueden llevarle a experimentar estas cinco heridas. Por supuesto dependerá de la propia persona que las vive como del entorno inmediato (cuidadores, circunstancias sociales, etc.):
- RECHAZO: En esta etapa la sensación de rechazo se produce por lo confortable y inconfortable que estamos dentro de mamá y las sensaciones que tenga la madre (rechazo real, estrés, miedo a no hacerlo bien, etc.) son las que modifican lo “cómodo” que es el hábitat del bebé en formación. También si al nacer en el parto (momento de existir) hemos sufrido mucho o fue amoroso, fácil.
El don a raíz del rechazo:
Si me sentí rechazado, mi necesidad de existir hará que utilice mi mente para “crear” un mundo en el que poder ser. El principal don o recurso que surgirá será el de la creatividad, la imaginación o el raciocinio entre otros relacionados con el haber potenciado el uso de mi mente.
- ABANDONO: En esta etapa la sensación de abandono se produce por no ser satisfecha una necesidad (hambre, sueño, frío, calor, picor de etiqueta, dolor…) al no entender nuestras señales el cuidador principal. Puede ser que se nos deje llorar solos o que se nos de la teta, un biberón o un chupete para “calmarnos”. La realidad que se experimenta es “abandono”, pues al final no me han dado lo que necesitaba.
El don a raíz del abandono:
Si me sentí abandonado porque no me comprendían, desarrollaré una capacidad de comunicación y expresividad no verbal increíble para asegurarme de que el otro entiende lo que necesito.
- MANIPULACIÓN: La etapa donde el bebé es capaz de hacer cosas, gatear, andar, hacer ruiditos o “gracias” que son aplaudidas o vistas por el entorno. El dolor se produce cuando solamente se hace caso al niño si este “hace algo”. La sensación que se tiene es de “solo valgo si hago lo que quieres”, el adulto me “maneja-manipula” pero no puedo simplemente ser, porque solo por ser no soy tenido en cuenta.
El don a raíz de la manipulación:
Si me sentí manipulado, mi recurso para no sentirme así será el de negociar, dirigir y organizar las cosas y personas de forma que logre sentir que gano algo y hacen algo por mí.
- HUMILLACIÓN. Alrededor de la etapa del des-pañal. El dolor se produce cuando se le expone y castiga públicamente por no haber sido capaz de controlar sus impulsos y necesidades. La sensación es de “necesito aguantar para que no se vea mi mierda”; también se da por ensuciarse comiendo o al romper algo. Si se le expone ante los demás por hacer algo “mal”. No puede defenderse, no sabe explicar no domina su cuerpo aunque ya pueda hablar y entender qué es un wc o cómo se usa la cuchara.
El don a raíz de la humillación:
Si me sentí humillado, seré capaz de soportar cosas difíciles, también tendré una atención a los detalles y planificaré muy bien para no ser de nuevo “expuesto o señalado”.
- TRAICIÓN. Aparece en la etapa donde se empieza a ser consciente de que el mundo se organiza en parejas, abuelo-abuela, papá-mamá, el príncipe-princesa (dibujos o cuentos), etc. El dolor surge cuando intenta formar una pareja con su adulto más cercano del sexo opuesto pero siente que no es correspondido, que es cambiado por otra persona o cosa, que es traicionado bien porque el otro le dice “te quiero” pero luego se va a trabajar, o le dice “te quiero” pero luego se va a dormir con otra persona dejándole solo en su cama.
El don a raíz de la traición:
Para evitar sentir que me cambian por otro, seré muy competitivo siempre intentando mejorar, tendré el recurso de la proactividad y agilidad a la hora de hacer cosas.
Aunque el vivir esas heridas trae el recurso, talento o don para superarlas hay muchas personas que pueden vivir sin utilizar esos dones o recursos quizá porque no se les ha permitido. Así pues una de las claves para su potenciación es empezar a utilizar dichos recursos y dones que desarrollamos al pasar por esas heridas emocionales.
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